miércoles, 14 de septiembre de 2016

Una estatua destruida ...

Hemos tenido nuestra primera clase con mucha diversión, color y deseos solidarios cooperando con el proyecto Almohadas del Corazón.  


Puedes ver todas las fotos en nuestra página de Facebook.

En nuestro momento de inspiración, antes de meternos de cabeza en el proyecto de Almohadas del corazón,  estuvimos hablando sobre nuestra misión en la vida.
 Aquí va la historia que he compartido con las chicas y ahora comparto con todos.  Cómo os dije hay quienes dicen que eso en verdad ocurrió en Alemania o Inglaterra.  El lugar es incierto pero el mensaje muy correcto y relevante. 



Somos Sus Manos ...


En el patio de una pintoresca y pequeña iglesia en un pueblo de Francia, había levantada una bella estatua de Jesús con sus manos extendidas. Pero un día, durante la Segunda Guerra Mundial, una bomba cayó demasiado cerca de la estatua haciéndola añicos. 

Al final de aquella batalla, los ciudadanos del pueblo decidieron buscar todas las piezas de la estatua y reconstruirla. Pacientemente reunieron las piezas rotas y la armaron. Las marcas de la unión de las piezas en el cuerpo añadieron belleza, si bien encontraron un problema: No pudieron encontrar las manos de la estatua. 

“Un Cristo sin manos no es en ninguna manera un Cristo”, se lamentaba alguien. “Manos con marcas, si. Pero, ¿cómo puede haber una estatua del Señor sin manos? Necesitamos una estatua nueva.” 

Pero alguien tuvo otra idea que prevaleció. Colocaron una placa dorada en la base de la estatua, que decía, “No tengo otras manos que las tuyas.”



Paul Powell

Mara Williams

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