martes, 20 de septiembre de 2016

Pensamiento de una madre...

En la clase de hoy, hemos estado haciendo muchas cosas entre el mini album sencillo, charlando con amigas y saludando a las nuevas.

Os voy a contar la historia para las que no han podido estar y recordar que de todo se aprende y yo la primera, y a veces me puedo ver reflejada en algo de esta historia.

"Una madre tenia muchos problemas, había estado ganando peso y perdiendo pelo.
No dormía, se mordía las uñas y los dientes le rechinaban.
Estaba irritable y amargada...hasta que un día, de pronto, ella cambió.


LA SITUACIÓN ESTABA IGUAL, PERO ELLA ERA DISTINTA.

Cierto día, el marido le dijo: -Amor, llevo tres meses buscando empleo y no he encontrado nada. Voy a tomarme unas cervecitas con los amigos.

La madre le contestó: -Está bien.

El hijo le dijo: -Mamá, voy mal en todas las asignaturas de la Universidad...

La madre le contestó: -Está bien, ya las recuperarás, y si no lo haces, pues repites el semestre, pero tú pagas la matricula.

La hija le dijo:- Mamá, me dí un golpe con el coche.

La madre le contestó: -Está bien hija, llévalo al taller, busca cómo pagarlo y mientras lo arreglan, vas en autobús o en el metro.

La nuera le dijo: -Suegra, vengo a pasar unos meses con ustedes.

La madre le contesta: -Está bien, duerme en el sofá del salón y busca unas mantas en el armario.

Todos en casa nos reunimos preocupados al ver estas reacciones.

Sospechábamos que hubiese ido al médico y que le recetar unas pastillas de 
"meimportaunpito" 1000 mg."; seguramente estaría ingiriendo una sobredosis.

Pero cuál fue la sorpresa, cuando todos nos reunimos en torno a ella, y la madre les explicó:

-Llevo mucho tiempo dándome cuenta de que cada cual es responsable de su vida, me llevó años descubrir que mi angustia, mi mortificación, mi depresión, mi estrés... no resolvían vuestros problemas sino que agravaban los míos propios.

Yo no soy responsable de las acciones de los demás, pero si soy responsable de las reacciones que yo tenga ante ellas.

Por lo tanto, llegué a la conclusión de mi deber para conmigo misma, es mantener la calma y dejar que cada quien resuelva lo que le corresponde.

He tomado cursos de yoga, de meditación... y en todos ellos, encontré un común denominador, todos conducen al mismo punto:
Y es que yo solo puedo tener indiferencia sobre mi misma, vosotros tenéis todos los recursos necesarios para resolver vuestras propias vidas.
Yo podré daros mi consejo, si me lo pedís, yo puedo orar a Dios que os ayude, y de vosotros depende seguirlo o no.


A PARTIR DE AHORA OS DECLARO A TODOS, 
INDEPENDIENTES Y AUTOSUFICIENTES.


Todos en casa nos quedamos mudos.

Desde es día la familia comenzó a funcionar mejor, porque todos en la casa saben exactamente lo que les corresponde hacer."


Myriam

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